Conflictos De La Vida
Cuando somos niños nuestra única preocupación es, fundamentalmente, descubrir nuevos juegos, nuevos juguetes, pero sobretodo encontrar gente con quién jugar.
Al llegar a la adolescencia el problema reside en encontrar pareja, bueno, mejor dicho en encontrar una compañera de besos, porque eso es lo que importa, los besos (si es que ya lo dice El canto del loco). El otro gran problema a estas edades es la hora de llegada a casa, ya que nunca estamos conformes. Por poner un ejemplo, una amiga mía siempre pedía cinco minutos más (de ahí que todavía la sigamos denominando con el ingenioso mote de "la 5 minutos" que podrían llegar a prolongarse incluso en media hora.
A medida que nos vamos haciendo mayores nuestros problemas van cambiando, evolucionando que dirían en Pokemon.
Llegados los 20 el problema con el otro sexo se incrementa, pero la prioridad ya no son los besos, ahora es precisamente eso, el sexo, centrándonos en que deje de ser una actividad practicada en soledad.
Entrando el los 40 la prioridad es mantener todo en su sitio (pecho, culo,...), pero sobretodo evitar que los estragos de la cerveza hagan mella en nuestra, ya de por si, maltrecha silueta.
Pasando ya del medio siglo de vida la mayor preocupación con el otro sexo es encontrar a alguién dispuesto a conpartir el sexo con nosotros, y aun voy más allá, dispuesto a esperar/colaborar para que nuestro sexo se anime.
Ya sobre los 70 este problema se hace casi insuperable (a no ser que contemos con la inestimable ayuda de nuestra pequeña gran amiga la Viagra), por lo que es mejor concentrar nuestros esfuerzos en encontrar pareja, pero esta vez de mus, viaje,...porque será lo único que hagamos en pareja.
Y si tenemos la suerte de superar los 80 el problema reside, por muy duro que suene, en mantenerse con vida.
P.D: Si consigues superar estos problemas puedes considerarte verdaderamente afortunad@. Felicidades!
Al llegar a la adolescencia el problema reside en encontrar pareja, bueno, mejor dicho en encontrar una compañera de besos, porque eso es lo que importa, los besos (si es que ya lo dice El canto del loco). El otro gran problema a estas edades es la hora de llegada a casa, ya que nunca estamos conformes. Por poner un ejemplo, una amiga mía siempre pedía cinco minutos más (de ahí que todavía la sigamos denominando con el ingenioso mote de "la 5 minutos" que podrían llegar a prolongarse incluso en media hora.
A medida que nos vamos haciendo mayores nuestros problemas van cambiando, evolucionando que dirían en Pokemon.
Llegados los 20 el problema con el otro sexo se incrementa, pero la prioridad ya no son los besos, ahora es precisamente eso, el sexo, centrándonos en que deje de ser una actividad practicada en soledad.
Entrando el los 40 la prioridad es mantener todo en su sitio (pecho, culo,...), pero sobretodo evitar que los estragos de la cerveza hagan mella en nuestra, ya de por si, maltrecha silueta.
Pasando ya del medio siglo de vida la mayor preocupación con el otro sexo es encontrar a alguién dispuesto a conpartir el sexo con nosotros, y aun voy más allá, dispuesto a esperar/colaborar para que nuestro sexo se anime.
Ya sobre los 70 este problema se hace casi insuperable (a no ser que contemos con la inestimable ayuda de nuestra pequeña gran amiga la Viagra), por lo que es mejor concentrar nuestros esfuerzos en encontrar pareja, pero esta vez de mus, viaje,...porque será lo único que hagamos en pareja.
Y si tenemos la suerte de superar los 80 el problema reside, por muy duro que suene, en mantenerse con vida.
P.D: Si consigues superar estos problemas puedes considerarte verdaderamente afortunad@. Felicidades!
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